Colchón de la fábrica de colchones Elaxprem, en Sevilla

Colchón modelo Alcázar de Elaxprem

El boom inmobiliario de principios del siglo XXI hizo que muchos españoles se mudaran de domicilio o se independizaran, con la consiguiente inversión en amueblar y acondicionar todas esas nuevas viviendas. El colchón, como parte fundamental de cualquier hogar, se convirtió en uno de los productos obligados para afrontar esta nueva etapa.

Ahora, diez años después de aquella adquisición, y al igual que hay que dar una nueva capa de pintura a la pared o cambiar el televisor, también ha llegado el momento de cambiar nuestro colchón por dos razones fundamentales: salud y descanso. La Asociación Española de la Cama (ASOCAMA) advierte que pasados diez años el colchón pierde sus propiedades de firmeza y confortabilidad y aconseja el cambio, pues este deterioro puede afectar directamente a nuestra salud.

Y ahora, ¿qué colchón compro?

En estos últimos años, el mercado del colchón ha sufrido una gran revolución. Por este motivo, aquellos que se compraron su colchón hace ahora diez años se van a encontrar con una amplia variedad de tecnologías y materiales que a buen seguro pueden convertir la compra del colchón en una complicada tarea. Para hacer más llevadera esta búsqueda, Asocama ha ideado una sencilla guía explicativa en la que resume los distintos colchones que se están comercializando en estos momentos y sus principales características:

Colchón de muelles
Es el más vendido. Los desarrollos tecnológicos en la actualidad hacen que los colchones de muelles ya no sean como los que tenemos en mente. Hoy en día se trata de productos que combinan de manera justa los dos factores más importantes en este tipo de producto: firmeza o soporte y confort. El núcleo de muelles proporciona una superficie que garantiza la correcta sustentación de nuestra espalda; además, actualmente la mayoría de estos colchones posee una característica común: el confort que se consigue incorporando sucesivas capas de acolchado en la parte superior e inferior del colchón que puede ir desde fibras hasta espumas viscoelásticas, látex o poliéter.

Entre los muelles se pueden diferenciar los de hilo continuo, los Bonell y los ensacados, estos últimos pueden ser muelles embolsados que permiten un confort independiente para cada punto del cuerpo.

Colchones de Poliuretano o de Espumas HR o alta densidad
El poliuretano o espuma nació en la década de los 40 y se ha convertido en uno de los materiales más utilizados para la producción de diferentes productos. Uno de sus usos más extendidos es la fabricación de colchones por el confort que ofrece. Dentro de los cochones de espuma hay varios tipos dependiendo de la composición celular de la misma:

Las espumas de HR o densidad alta son espumas de poliuretano de avanzada composición cuya densidad supera las que existían tradicionalmente traduciéndose en: mayor confort, mayor durabilidad y mayor ventilación.

Otra innovación dentro del mundo de las espumas son los colchones de viscoelástica, con una gran adaptabilidad al perfil del cuerpo, y que absorbe tanto las cargas ligeras como pesadas. Este material reacciona a la temperatura corporal, minimizando los puntos de presión, y se emplea en ocasiones para aportar un confort extra en los colchones de muelles de nivel alto.

El colchón de látex es elástico y se adapta bien al cuerpo. Formado  por millones de hilos de caucho, es flexible pero indeformable y con su uso se recomienda una base tapizada o un somier multiláminas. En ocasiones, algunos colchones están formados por varios tipos de látex lo que permite que el colchón presente diferentes zonas de firmeza (más firme en la zona central que en la superior, por ejemplo).

Colchón de agua
Los colchones de agua no son tan populares como lo fueron hace un tiempo y hoy día apenas se fabrican. No son recomendables para un uso habitual a causa de la escasa firmeza de su superficie y el excesivo movimiento que genera cualquier cambio en el peso, especialmente delicado cuando se duerme en pareja. Para la compra de este tipo de colchones hay que asegurarse además de que nuestro suelo puede soportar el peso de una cama de agua, pues suelen pesar bastante.

Colchón de aire
No podemos considerarlos colchones como tales, dado su bajo grado de sujeción de la columna y de control de la temperatura corporal. Además del tradicional ‘colchón hinchable’ hay algunos formados por una capsula de aire protegida con láminas de espuma. Su nivel firmeza puede ser ajustado por el usuario gracias a sus válvulas con las que cogen o sueltan el aire.

¿Qué tenemos que hacer para comprar un buen colchón?

Desde Asocama se aconseja acudir a una tienda especializada en la que el personal cualificado nos podrá dar la recomendación adecuada para nuestra fisonomía y preferencias a la hora de dormir y así conseguir el descanso más saludable para los siguientes 10 años. Los responsables de la Asociación aconsejan que antes de decidirnos por un colchón es imprescindible probar varios tipos, comparar y adquirir el que resulte más confortable a la o las personas que vayan a dormir en él.

Fuente: ASOCAMA