- Las altas temperaturas y los diferentes hábitos de vida durante las vacaciones afectan a la calidad y cantidad del sueño.
- Asegurarse de que el colchón está limpio y en buen estado es fundamental para poder conciliar el sueño.
Agosto, 22:00h de la noche: 33 grados centígrados en el exterior… Con estas temperaturas, las sábanas se pegan, nos falta el aire y el pijama sobra; el calor hace que sea muy difícil dormir y si, además, estamos fuera de casa, puede que incluso extrañemos nuestro colchón… La subida de las temperaturas y el cambio de hábitos de vida durante las vacaciones afectan a la calidad y a la cantidad del sueño de muchas personas, ya que estos factores incrementan el número de despertares que se producen en horas de sueño y provocan que no se llegue a conciliar un sueño profundo y reparador. Te damos algunas ideas para que puedas conciliar mejor el sueño:
- Las rutinas son buenas. Los cambios en la rutina diaria hacen que se retrasen todas las comidas y la hora de la cena sea próxima a la de irse a la cama, por lo que se recomienda cenar temprano y, si es una cena ligera, mejor.
- Beber agua. Con las altas temperaturas se suda más y se necesita una ingesta de líquidos mayor. Evitar la deshidratación ayuda a mantener la temperatura y combatir la fatiga que produce el calor.
- Invente métodos que eviten que el aire caliente entre en la habitación. Por ejemplo, coloque un ventilador dirigido hacia las ventanas para impedir que entre el bochorno; o sitúe un bol lleno de hielo o de agua muy fría delante de las aspas para que el aire sea más fresco. Una sábana mojada colgando de las ventanas también puede ayudar.
- Darse una ducha de agua templada para reducir la temperatura corporal. Es muy buena técnica para sentirse fresco y limpio. Y una curiosidad, lavar los pies antes de dormir o mantenerlos fuera de la cama pueden ser buenos trucos.
- Apague completamente las luces y los aparatos electrónicos. No vale en stand by: gastan energía y siguen emanando calor.
- Siesta sí, pero mejor corta. El calor incrementa la sensación de cansancio y las ganas de dormir después de comer a medio día. Para que la siesta no influya en el descanso de la noche, se sugiere que no sea superior a 30 minutos.
- Un buen colchón. Es crucial asegurarte de que el colchón está en buen estado y limpio. Comprueba que tu colchón es el más adecuado a tu morfología, no todos los colchones sirven para todas las personas, y disfruta de un placentero descanso en tus vacaciones.
Fuente: ASOCAMA
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